La diferente altitud del viñedo genera vinos de diferente calidad. Hoy día, tras arduas investigaciones, se tiende a buscar mayor altitud para el cultivo del viñedo a medida que se baja en latitud. La moderna enología se basa en el principio de que “el vino se hace en el viñedo”. En la actualidad existe una tecnología suficiente para permitir a los bodegueros elaborar vinos con la garantía de total higiene y sin fallos organolépticos, por tanto los enólogos dirigen mas su atención hacia el viñedo, hacia el origen de la materia prima objeto de la enología, en busca de los rasgos diferenciales.
Es un hecho constatado que las uvas procedentes de tierras altas tienen más calidad: la radiación solar es mayor, la diferencia térmica entre el día y la noche es mayor, los vientos de altura proporcionan una mayor sanidad de la uva, lo que permite un tipo de viticultura que no necesita recurrir a pesticidas; a mayor altitud los suelos son más pobres y pedregosos, por lo que permiten un mayor drenaje para la vid. La capacidad fotosintética en un viñedo depende de la radiación solar y de la máxima superficie foliar expuesta, lo que favorece claramente al viñedo de altitud. Los principales compuestos fenólicos del vino son los antocianos y taninos; los antocianos son los responsables del color en el vino tinto, y se encuentran en la piel de la uva; los taninos son los responsables de la estructura y astringencia, y se encuentran en la piel de la uva y en las pepitas. La baya de uva sintetiza estos compuestos fenólicos, además de los compuestos aromáticos, en respuesta a una situación de estrés de la cepa como puede ser el estrés hídrico, las radiaciones ultravioletas y las diferencias de temperatura, características que se consiguen en viñedos de altura, con lo que se obtienen vinos de máxima calidad, con mayor intensidad aromática, más color y estructura, y en definitiva mayor calidad organoléptica.
La provincia de Almería es una de las más montañosas de España, con una altitud media superior a los 900 m. La comarca de la Ribera del Andarax, enmarcada en los valles del rio Andarax y Nacimiento, al amparo de las sierras más altas de la provincia, Sierra Nevada y Sierra de Gádor, es una de las zonas de cultivo de viñedos más importantes de nuestra provincia.
En efecto, los viñedos de Montenegro (1.000 – 1.200 m.) y El Campillo (700 – 850 m.) en el municipio de Alboloduy, están situados en las laderas de las montañas de Sierra Nevada, orientadas al sur – sureste, por tanto con máxima radiación solar y bien ventiladas, sobre suelo pizarroso. En la zona del valle del Andarax, a partir de los 700 m. del paraje de Boliñeva entre Canjayar y Padules y las zonas altas de Almócita, Beires y Ohanes (900 – 1.000 m.) se cultivan diferentes variedades de viñedos igualmente situados en las laderas de Sierra Nevada, bien ventiladas y expuestas a la radiación solar. En la zona de los altos de Enix y Huécija, en plena Sierra de Gádor, a una altitud de 900 – 1.000 m. también se cultivan algunos viñedos en secano de excepcional calidad sobre suelo calizo.
En estos parajes mencionados se cultivan diversas variedades de uva:
Blancas: Macabeo, Jaen Blanca y Viognier
Tintas: Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Syrah.
Este es el ámbito territorial en el que nuestra bodega está enmarcada. Desde el comienzo de nuestra actividad en 2004, además de los nuestros propios, seleccionamos una serie de viñedos situados en estos parajes estratégicos antes mencionados, llegando a un acuerdo con el viticultor fundamentado en una forma de cultivo basada estrictamente en la calidad y el respeto por el medio ambiente, con una producción limitada a un máximo de 5.000 kg. por Ha., cultivo dirigido y controlado durante todo el año por nuestra enóloga, lo que nos permite año tras año elaborar nuestros vinos con las uvas siempre procedentes de los mismos viñedos. Esto es lo que nos confiere ese carácter propio, reflejo de nuestra filosofía y método de trabajo. A día de hoy, prácticamente todos los viñedos con los que trabajamos están ya en proceso de reconversión a Agricultura Ecológica, y varios de ellos ya tienen el certificado de producto ecológico. Es nuestro objetivo para los próximos años: que todos nuestros vinos tengan el certificado de producto ecológico.